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Entrevista con el procurador Renato Sales 
MAL PLANTEADA,

LA GUERRA ANTICRIMEN

Por: Antonio Rosas

Antonio Rosas.– ¿De qué manera ha repercutido en Campeche la ola de violencia en el norte del país?

Renato Sales.– Pues sucede que los carteles se desgajaron a partir de que –en nuestra opinión–, la estrategia emprendida por el gobierno federal anterior fracasó. La extradición de Osiel Cárdenas derivó en la pérdida del control homogéneo sobre los zetas que entraron en conflicto con sus anteriores jefes, que son los del Cartel del Golfo.
Los Zetas pactan con un grupo que se desgaja del Cártel de Sinaloa, el del Chapo, que son los Beltrán Leyva, y lo que se logra con todo esto  es la dispersión del problema. Dispersado el problema, y Los Zetas predominando en el Golfo de México, han afectado a Campeche, directa e indirectamente; directamente durante los años 2007, 2008, 2009, hasta una parte del 2010, cuando se captura una célula  de ese grupo conformada por sicarios, halcones, narcomenudistas, y un administrador, se les consigna y se les procesa por violencia organizada. De hecho están en Almoloya de Juárez en este momento.



–Hace poco, luego que detuvieron a los presuntos responsables del atentado contra el empresario camaronero, Francisco Javier Cajún Bolívar, en Campeche, informaste de una presunta relación de ellos con el grupo de Los Zetas.
–Están involucrados con el robo de diesel, que es un esquema de financiamiento de Los Zetas. Este grupo no está vinculado con la droga en Campeche, sino con el robo del combustible.



–¿Por qué crees que fracasó la forma en que el anterior gobierno federal combatió la delincuencia organizada?
–No hubo inteligencia en la detención de los capos, porque si se va  a detener a un capo hay que detener también a los subcapos, en nuestra opinión. Si tú sabes que vas a detener, o a extraditar en este caso, al jefe, vas a generar un conflicto con los subjefes, tratas de evitar ese conflicto, porque va a devenir en violencia. Eso fue lo que pasó, lo analiza bien Eduardo Guerrero, en Nexos.



–¿Y la dispersión?
–Esa dispersión ¿qué genera?: mayor violencia, porque la que entra a los carteles es una violencia que se desborda, empiezan a pelear, a disputarse territorios. Así, los que controlaban un territorio no se metían con los que controlaban otro, o no entraban en confrontación.  Cuando se pelean entre sí, hay más problemas. Ejemplo, Los Zetas se pelean con el Cártel del Golfo, buscan posicionarse en Nuevo León, en Monterrey, y ahí pelean con El Chapo. Ellos les dicen “topones”, tienen “topones” con El Chapo quien, a su vez, tiene un conflicto con los Beltrán Leyva, que manejan la zona centro y alguna parte de la zona norte, así empiezan a surgir grupos… como la canción: “Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pegó a Muchilanga, le echó a Burundanga…”, ya sabes.
La dispersión de los cárteles, ha generado mayor violencia porque esa disputa por los territorios se traduce en  muertes, en privaciones ilegales de la libertad, secuestros, extorciones…



–Sí pero ahora ¿por qué reaparecen, participando en el atentado contra el camaronero? ¿Estaba latente?
–En Campeche había estado latente, nada más que se había mantenido bajo control esta violencia, no se había desbordado. Aquí el punto en este momento, lo que debíamos hacer e hicimos, fue interrumpir la línea sicarial y asistir con inteligencia preventiva, con manejo eficiente de la información, tomar las decisiones correctas, vincularnos con la PGR, con la Policía Federal, la Secretaría de Marina Armada de México, el ejército, para lo que sigue.



–¿Cómo se comparta este problema en la península?
–Se comporta de otras maneras en las zonas turísticas, y ahí sí tiene que ver, en mi opinión, más con el manejo de estupefacientes, sicotrópicos, que con combustible. Y en Yucatán se presenta otra situación. Existen versiones, que no puedo afirmar pues no tengo pruebas, de que se da otro fenómeno, que es la presencia de líderes de delincuencia organizada, de jefes de los capos, de las familias de los jefes de estos capos, pero esta es sólo una versión no comprobada.



AFECTACIÓN


–De los estados del sureste, ¿cuál o cuáles crees que más han resentido la violencia que ha venido en escala desde el norte hasta el sureste?
–Tabasco y Quintana Roo.



–¿Más que Campeche, incluso que Yucatán, a pesar de los decapitados en Mérida?
–Sí, incluso más que Campeche, y más que Yucatán. Del 2007 hasta la fecha, cuando propiamente se inicia la –entre comillas– estrategia bélica, contra y entre los narcotraficantes, quien más ha resentido violencia es Quintana Roo, Tabasco… Yucatán en 2008 con esos decapitados, y en cuanto a Campeche, parcialmente Ciudad del Carmen, donde operamos desde que inició esta administración estatal, aunque también operó la anterior.

–Se llegó a decir que el cabecilla principal de Los Zetas tenía propiedades en Campeche ¿se confirmó esta versión?
–El Lazca, pero no tenía propiedades. Había estado presente, que es distinto. Estuvo en Campeche, en alguna ex hacienda. De hecho una de las administradoras del cartel, lo ve en una ex hacienda cercana a la ciudad. Quizás te refieras a uno de los fundadores de los zetas, es Jesús Rejón Aguilar, el que apodan “El mamito”, originario de Sabancuy (perteneciente al municipio de Carmen, Campeche), que ya se declaró culpable en Estados Unidos, en un procedimiento abreviado para tener beneficios.

–¿Cómo reacciona el campechano a los brotes de violencia aislados?
–Con mucha preocupación, como reacciona una sociedad sana. Cuando la violencia se ve como parte de la cotidianeidad es que ya hay problemas graves. Lo que hay que hacer cuando se da un fenómeno de esos, cuando tenemos enfrente un muerto, un homicida, es sorprendernos. La sorpresa y el temor, contra lo que se supone, son señales de salud espiritual de una comunidad. Se trata de salud social.

–¿Qué se espera en un futuro inmediato?
–Hemos estado trabajando en coordinación con autoridades federales y municipales. Lo que se espera con este cambio de discurso del nuevo gobierno, es una disminución de la violencia, porque lo que ocasiona un enfrentamiento de tipo bélico, el manejo de la enemistad en estos temas, es más violencia. Lejos de disminuir, el enfocar policiacamente el tema, en exclusivo, lo que hace es generar mayor violencia. No es un problema de policías y ladrones, no es un problema de matarnos, es un problema de asistencia de tipo social, de generación de oportunidades, de ubicación de conflictos en la adolescencia, crear escuelas de tiempo completo, y así empieza a reconocerse y atacar la raíz… También es un problema mediático, no puede estar siempre en primera plana la muerte de La Barbie y la muerte del enemigo de La Barbie porque lo que genera es miedo, y el miedo es un instrumento de los regímenes autoritarios.

–La violencia actual en la región sureste, en la península, ¿tiene que ver con el “efecto cucaracha”?
–No, el efecto cucaracha se ha dado en todo el país, los delincuentes no salen de un lado y entran a otro nada más porque sí. Lo que hemos tratado en Campeche es impedir que entren.

–¿No se salen de donde el gobierno federal los está combatiendo con más fuerza, para meterse a otros sitios más pacíficos, como Campeche?
–No, no, estás dando por sentado que existe en Campeche el efecto cucaracha…

–Bueno, en general, en la región…
–En Campeche, los que han salido para ocultarse los hemos detectado y han vuelto a salir. No estamos resintiendo el efecto cucaracha en Campeche.

–¿Qué estados sí lo están resintiendo?
–Lo que hay aquí es un conflicto de territorio. No es efecto cucaracha, de que los saquen de un lugar y se vayan a otro. No. Están peleando los territorios. La violencia no es consecuencia del efecto cucaracha. La violencia es consecuencia de la disputa por los territorios, entre los cárteles, el territorio tiene que ver con droga, trata de blancas, diesel, secuestros, extorsiones, en todo el país. Por eso, si alguien es víctima de extorsión y deposita lo que le piden, está fomentando que vengan diez más. Fue lo que pasó en Calkiní, en diciembre. Un efecto viral con las extorsiones, cayeron dos o tres personas y después empezaron a haber muchos más. Sabían que allí, en Calkiní caían, pagaban, y empezaron a hablar más y más.

–¿En Campeche, cuál es la situación: consumo de droga, producción, es puente como paso de la droga…?
–El consumo se presenta en algunas zonas del estado, se detectó en algún momento producción, fundamentalmente de mariguana, en el sur.

–¿Y a nivel región?
–En Quintana Roo es más cocaína, por ser zona turística. El consumo de mayor nivel como región es la mariguana, pero el alcohol es lo que más se consume. En la tabla de adicciones, el alcohol es lo que más se consume. Es más peligroso el alcohol adulterado que cualquier droga.



MIGRANTES, VÍCTIMAS
 

–¿En Quintana Roo, Tabasco, Chiapas, Yucatán, de qué manera se presenta la violencia?
–Chiapas tiene problemas con los migrantes, y una variante de Los Zetas es secuestrar migrantes. Los Zetas son como una empresa, para utilizar la comparación, polifuncionales, como trols, abarcan diferentes campos, se organizan, y la única forma de enfrentarlos es organizadamente y también abarcando diferentes campos. No hemos tenido maras en Campeche, en Chiapas sí. Y con lo que hay que tener cuidado es con la frontera sur, Chiapas, Tabasco y Campeche, que colindan con Guatemala. Allí, el presidente Otto Pérez, que fue director de inteligencia del gobierno guatemalteco, suspendió las garantías individuales hace un año, para expulsar a los zetas del Petén, esa situación en el sur de Guatemala, puede repercutir en México, por supuesto.

–¿De qué modo?
–Porque puede darse el efecto de que, expulsados de Guatemala, o desbordados de Guatemala, vengan a los estados de la frontera. Los Zetas que ya están operando en Guatemala, que ya son guatemaltecos algunos, pueden abarcar territorio mexicano. Los problemas con la delincuencia centroamericana, los Maras por ejemplo, pueden repercutir en México.

–¿Los Zetas vinieron del norte, como el narco?
–Sí, del norte, pero pero se mueven fundamentalmente en el Golfo de México. Los Zetas nacen con Osiel Cárdenas, un grupo desertor del ejército, de élite, eran los Gafes (Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales) del Ejército Mexicano, formado en la Escuela de las Américas, con tácticas de contrainsurgencia, contratados por Osiel para ser el brazo armado del Cártel del Golfo.

FRONTERA SUR, PROBLEMA COMPARTIDO
 

Sales Heredia destaca un problema en común, además de Los Zetas, en la región sureste: la frontera con Guatemala, que a su vez comparte dificultades afines: el crimen organizado, que podría terminar acentuándose en las entidades mexicanas fronterizas, como resultado de las políticas de combate a la delincuencia organizada por parte del gobierno guatemalteco.
La llamada frontera sur, marítimamente abarca desde el Océano Pacífico hasta el Océano Atlántico, comprendiendo alrededor de mil 200 kilómetros, incluyendo las colindancias con Belice y Guatemala, siendo ésta la más preocupante, a juicio del procurador campechano.
La línea fronteriza con Guatemala representa unos 956 kilómetros, de los cuales 654 pertenecen a Chiapas, 108 a Tabasco y 194 a Campeche, específicamente con los departamentos guatemaltecos: San Marcos, Huehuetenango, Quiché y Petén.

–Ha habido reuniones de procuradores en el país. En el caso de los de la zona sur, ¿qué dicen respecto de sus problemas con la delincuencia organizada, cómo los afrontan?
–Se ha dado una gran coordinación entre Campeche, Yucatán, Tabasco, Quintana Roo, Chiapas. Compartimos problemática y se maneja directamente. Por ejemplo, si yo tengo un problema con Quintana Roo, le hablo directamente al procurador quintanarroense, y viceversa; lo mismo con Tabasco y Yucatán o Chiapas. Pero hay problemáticas comunes. En la Conferencia Nacional de Procuradores, se ha planteado como tema permanente el de la frontera sur. Quien más reciente los problemas de la frontera sur, tráfico de armas, drogas, es Chiapas, por la dimensión de la frontera. Nosotros tenemos 190 km, pero Chiapas tiene más de 600 (658.5 kilómetros fronterizos: 57.3 por ciento del total de la frontera sur).

–¿Belice no representa un problema?
–Representa un problema menor, por el tamaño de su frontera. Problemas de la misma índole pero nada comparado con el caso de Guatemala.

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